Más habitual en otros lugares de Europa y testimonial en España, la construcción de viviendas con madera comienza a abrirse paso en Barcelona y las ciudades de su conurbación. Mientras emergen promociones de pisos pioneras en localidades como Cornellà de Llobregat y l’Hospitalet de Llobregat, el Àrea Metropolitana de Barcelona (AMB) planea crear un centro tecnológico y de investigación para fomentar este tipo de edificación, que según sus impulsores es más sostenible. Al mismo tiempo, se pretende mejorar la complicada gestión de los bosques reduciendo el peligro de incendios forestales y haciéndolos más fuertes ante las inclemencias de la emergencia climática.
“La idea es aumentar la resiliencia de los bosques. Para poder hacerlo necesitamos valorizar los productos de su gestión”, define el coordinador de la oficina técnica de gerencia del AMB, Antoni Farrero. Con el material recogido, se puede crear CLT, que es la madera laminada cruzada que sirve para construir.
No obstante, la primera idea del ente metropolitano no es crear una planta de producción, sino más bien un “laboratorio que servirá para producir a pequeña escala pero, sobre todo, para formar e innovar” en este ámbito. Por eso se planean talleres para diseñadores, espacios de trabajo compartido e incluso un centro de formación profesional sobre la materia. No se descarta la puesta en marcha de algún máster o postgrado en el recinto.
Los defensores de este modelo subrayan que reduce el impacto ambiental y es más rápido.